

Te damos razones para dejar de dudar en visitar al urólogo...
Te damos razones para dejar de dudar en visitar al urólogo...
La resistencia a visitar al urólogo tiene su origen en el desconocimiento sobre su importancia y el miedo a un diagnóstico adverso. A partir de los 40 años, la próstata puede experimentar un crecimiento progresivo y de carácter benigno. Cuando la próstata crece de forma benigna, raramente atenta contra la vida del paciente, no invade tejidos adyacentes y no se esparce la enfermedad en otras partes del cuerpo. A esta enfermedad se le llama en el ámbito clínico Hiperplasia Prostática Benigna (HPB), representa una enfermedad crónica común, con una alta incidencia; afectando hasta un 50% de los hombres entre los 50 y 60 años. Los síntomas asociados pueden ser molestos y afectar la productividad laboral y calidad de vida. La disminución del calibre del chorro urinario, orinar entrecortado, sentir que se queda con ganas de seguir orinando, aún cuando acaba de ir al baño, levantarse contínuamente en horas de la noche debido a la necesidad de orinar y tener que esperar para que salga la orina o incluso pujar; son algunos de los síntomas asociados al crecimiento de la próstata. El diagnóstico y tratamiento temprano suele ser tan importante como sencillo.
El riesgo de cáncer de próstata también es un factor importante para acudir al urólogo, y es precisamente porque el riesgo aumenta a partir de los 40 años. En éste caso, la enfermedad si no se detecta de forma temprana puede amenazar la vida de la persona al esparcirse a órganos vecinos o distantes. El cáncer de próstata en etapas tempranas, usualmente no provoca síntomas y el diagnóstico se realiza a través de un screening que involucra dos pruebas: el PSA (antígeno prostático específico) y el DRE (examen dígito rectal); Las pruebas son complementarias ya que cada una por sí sola, puede dejar hasta un 30% de los diagnósticos de cáncer pasar desapercibidos. Pero, ¿Quién se encuentra en riesgo? La edad es un factor importante, la mayoría de los casos raramente se presentan en pacientes menores de 40 años. Fumar y estar en sobrepeso también se asocia a un riesgo incrementado para sufrir de cáncer de próstata. En Panamá, es conocida la gran influencia de afrodescendientes y uno de los factores asociados a un riesgo incrementado de éste cáncer es precisamente ésta etnia y en segundo lugar los latinos. La historia familiar es relevante cuando el padre o hermanos presentaron cáncer de próstata. La dieta, aunque no claramente se conozca las razones de su asociación, también ha demostrado incrementar el riesgo, sobre todo cuando el consumo de proteína animal, grasas saturadas, carbohidratos y azúcares refinados es elevado. Comer sanamente, hacer ejercicios, vigilar el peso es una forma segura de no añadir más puntos al riesgo que no podemos cambiar (la raza, la edad y la herencia). Corazón sano y próstata sana! No dudes en consultar a tu urólogo.